MÚSICA COLOMBIANA

ASÍ ESTAREMOS HOY.

lunes, 22 de junio de 2009

LEJOS DE LA PATRIA.

NORWALK
Viví las cuatro estaciones:
Verano, otoño, invierno y primavera,
vi en tus cielos el volar de los halcones
y en tus mares embarcaciones remeras.
Tus calles acolchonadas de hojas,
las noches tachonadas de luceros,
nocturnos con lunas rojas
y delicados insomnios de boleros.
No te soñaba; fue sorpresa.
Eras como una estatua de cal
blanca en tu nieve espesa,
así te conocí lejana Norwalk
hoy desde mis recuerdos te miro
como el barquito de papel
de mi niñez, al hundirse al primer giro,
llevándose consigo al viejo timonel.
El mundo actual lleno de zozobra y próximo al hundimiento, es producto del temor amar, del no saber reír a carcajadas y el no observar la naturaleza.



lunes, 15 de junio de 2009

"UN BURRO-MAESTRE".



Iglesia de Copacabana, Antioquia, Colombia.


En la población se destacaban algunas personas por el amor cívico y deportivo, tales como: Francisco Meneses, Favio Arango, Francisco Tobón, Luis Correa y otros de quienes no recuerdo sus nombres. Un buen día unieron esfuerzos para lograr tener una cancha de fútbol con gradas e iluminada y con camarines. ¿Qué fue aquello? ¡La alegría de todo un pueblo! Los amantes al deporte, las familias, los estudiantes y jugadores habían encontrado un refugio para disiparse y gozar de buenos partidos entre El Deportes Copacabana y equipos de Bello y Medellín. Algunos compromisos eran clásicos como aquellos de Fabricato y Copacabana o con Pantex o el mismo Nacional de ascenso. La gente bien sentadas en las tribunas hechas en madera, pero que albergaban un buen número de personas que gritaban emocionadas el gol del equipo de su terruño. ¡Eso era mucha felicidad! La noche fresca, con esa brisa suave , que tenía olor a manzana, que hoy ya no es la misma brisa, se ha perdido detrás de las las chimeneas que envenenan el aire, las quebradas, los ríos y la vida. ¿Y qué pasó con aquel hermoso lugar lúdico y acogedor?...Llegó en mala hora un alcalde nombrado para aquel entonces por el gobierno departamental, retrogrado hasta los huesos, que hizo tumbar las graderías, las luminarias, con el lema: "que eso era un sinvergonzonería, 22 personas en calzoncillos corriendo como locos detrás de un balón". Aquel irresponsable y bruto con el correr de los días todo el pueblo, lo sacó de la localidad con pólvora y a gritos: ¡Fuera Don Aníl", sobre nombre que le habían puesto, pero lo malo fue que con él se llevó el encanto de la cancha Camilo Torres, nombre que se le había puesto en homenaje a un héroe de la patria.