MÚSICA COLOMBIANA

ASÍ ESTAREMOS HOY.

martes, 8 de septiembre de 2009

¡QUE DOLOR!

MI PERRO PACHO.

A todos nos llega un día de partida y este 5 de de septiembre a las nueve y media de la mañana se fue apagando la existencia de mi gran amigo.Él me miraba fijamente en sus últimas instancias, mientras yo con besos lo quería retener, pero se fue llendo aunque él quería estar conmigo muchos años más. Ninguno de los dos pudimos hacer nada ante la realidad. Nos despedimos con lágrimas, como dos buenos amigos que se han amado mucho y que ya nunca se volverán a ver en lo tangible, pero que en el socavón del recuerdo durará por una eternidad. Se marchó como lo hacen los seres buenos, sin reproches, ni alaridos, más bien con la alegría del deber cumplido y el de haber sido fiel, cómo sólo ellos lo saben hacer.
Recuerdo cuando mi hijo Carlos Alberto un día hace trece años, lo trajo a nuestro hogar, era un bello cachorro de dos meses de nacido, de inmediato hubo empatía, me seguía por toda la casa y desde ese mismo instante nuestro amor se hizo profundo, nos amábamos como el mar con la playa a dónde van sus olas a juguetear. Hoy me siento intensamente triste. Ya no escucho sus ladridos de protección, tampoco se oye sus pisadas por el corredor al presentir mi llegada, es un silencio melancólico el que me abriga y que con llanto no mitigo.
Siempre he creído que sí la humanidad se comportara con el amor y la lealtad de éstos seres, la vida sería mucho más grata, se romperían las barreras del odio y sólo habría alegría y paz. Un perro es símbolo de gratitud, de fraternidad, de lealtad y amor, que es lo que al hombre le falta y que es el dolor de Dios, entonces, ¿cuales son en verdad los animales?.
La casa ha quedado muy sola. Todo amanecer es nebuloso auque el sol esté brillando en el firmamento y con sus rayos de vida ilumine el contorno. Se está solo, apesar de que se encuentre muchas personas alrededor, el trinar de aves en el árbol del vecino, hoy, no tienen el mismo sonido que alegraba mis oídos y mis muchos años se han puesto pesados.
Yo despido a Pacho, mi perro, con un hasta luego y con un beso tan grande como el infinito y le digo que no se preocupe, que siempre lo amaré y que lo guardaré en mi corazón, dónde quedará para siempre y allí lo defenderé del olvido.

lunes, 7 de septiembre de 2009

EL DESPERTAR DE LOS OLVIDADOS.

Todo aquel que desde su cuna ha sido visto con indiferencia y más que eso con antipatía por el círculo social, lleva en sus pasos, un rencor disimulado por apariencias, pero en verdad, en sus adentros, solo carga odios contra todo lo que lo rodea. Esa indiscriminación de las razas: India, negra; o la poca o casi nula oportunidad que tienen los que no gozan de poder económico han ido poco a poco buscando la manera de salirse de ese yugo que los ha atado desde tiempos inmemoriales. Una manera de lograrlo es culturizándose y hoy los vemos en las universidades a las que han llegado con esfuerzo y con la ayuda de los Estados, que quieren serrar la brecha que los separaba de un derecho que pertenece a todo ser humano, el de la educación. Pero esa lucha por el saber, lleva en su interior algo más. Es tomar cargos que les den formas para vengarse de todo aquel que los ha menospreciado por su etnia. La igualdad entre los seres humanos no debe ser una lucha de clases, tiene que ser así, porque Dios nos creo iguales a todos, pero el hombre no ha sabido respetar ésta ley divina.
Esta lucha de superación y de igualdad se ha venido viendo en los últimos tiempos, basta ver la cantidad de conflictos en diferentes países del mundo en los que están involucrados los olvidados y que reclaman con justicia sus derechos, pero el peligro está en que esas peticiones las aprovechan los frustrados, los guerrilleros, los comunistas y un sin número de politiqueros de mala muerte, que los utilizan para sus intenciones maléficas, sin importarles el reclamo justo de ellos por la igualdad entre todos los seres, sólo los incitan, llevándolos en muchos casos hasta la muerte, mientras ellos está detrás de bambalinas celebrando entre copas y libres de la acción de la justicia.
Igualdad sí, pero sin venganzas, de lo contrario, será echar fuego a la hoguera y sus justas peticiones perderán su verdadero valor, serán tomados por anarquistas y la represión no se hará esperar; las luchas, sudor, sangre y el tiempo, se evaporarán y de la esperanza de un futuro mejor para sus congéneres, sólo quedará un nuevo rencor.
La mejor manera de encontrar sus logros, será seguir preparándose académicamente y mostrar con hechos reales y justos sus progresos, de esta manera, serán bien vistos y aceptados por todo aquel que los rodea. No a la represión, sí a la democratización, que es un camino sin sangre que lleva a la libertad.