En el Sitio de la Tasajera, como se llamaba Copacabana en sus tiempos remotos, era de magnitud las festividades de la Semana Santa. Pero había un día especial para los niños. Era el del jueves Santo cuando se hace el lavatorio de los pies. Jesús, para mostrar humildad a los apóstoles, lava y besa los pies a cada uno de ellos. En el pueblo se recordaba este pasaje, escogiendo a doce niños de la escuela para que representaran a los doce seguidores de Divino Maestro.
El rector de la escuela que era Don Jesús Molina visitaba los salones en busca de quienes para él, eran aptos para representar la institución en la festividad y los niños, a la espectativa, al verlo entrar por la puerta, con
sus gafas medio caídas, tiza en la mano y aquel peinado partido a la mitad de un cabello cano. El corazón se nos quería salir de la emoción a la espera del veredicto. Dos semanas antes se hacía la escogencia. Y tomé. Salí ganador. Cuando terminó la jornada de la mañana corrí como un antílope hasta mi casa a contarle a mi madre y ella como yo nos sentíamos orgullosos, pero lo que más deseaba de todo aquello, era que después de lavarnos los pies el padre, nos montaban en una anda, en la que recorríamos las principales calles a la vista de los mayores y a la envidia de la chiquillería que nos seguía paso a paso; al llegar a la iglesia nos esperaba otra sorpresa. El Señor cura, en compañía de las mojitas y
el sacristán nos tenían como regalo, una hermosa y provocativa ancheta de frutas frescas traída por los campesinos, escogidas para la ocasión.
Hoy después de tanto tiempo, recuerdo aquel instante con la misma alegría que sentí de niño, sólo me faltan mis padres para completar el cuadro, que permanece vivo en el recuerdo de las cosas gratas que nos brinda la existencia y que nos ayuda a recrear dignamente el paso de los años.
La segunda foto es la de mi padre. Un patriarca...
Que hermosos Recuerdos don Alberto...
ResponderEliminarQue diera por tener una caja donde se pudiesen guardar los instantes y sacarlos y revivirlos en el momento que se quisiera.
Yo a mi corta edad también tengo hermosos recuerdos de la semana santa, igual el jueves santo. Sólo que a mi, lo que me llama la atención es la visita de las 7 casas...
Saludos!