Foto: AMV.
"Sé parte del cambio que quieres ver en tu vida". Mahadma gandhi.
"Sé parte del cambio que quieres ver en tu vida". Mahadma gandhi.
Estaban jugando en el patio lleno de jardín a las canicas el abuelo y el nieto. El viejo se paró un instante para limpiarse el sudor que había encontrado en las arrugas un cauce para ir buscando salida. El niño sintió pesar al verlo fatigado y no pudo contener el deseo de pregunarle: ¿Qué pasa mi viejo?. Mijo, son éstos bellos años que hacen de lo más elemental un sacrificio. Sentémonos un momento y te cuento algo de mi pasado.
Varios muchachos del barrio nos hicimos buenos amigos y disfrutábamos de lo simple: perinolas, trompos de madera, pelota envenenada, escondidijos, esconde la correa y otros muchos más que nos unían y socializaban, a la vez, formaban personalidad, pues aprendimos a perder y ganar. Nada era costoso ni rimbombante por lo que a nuestros padres jamás les hicimos malgastar su dinero. Que decir de los partidos de fútbol. Llegaban a durar tres y más horas, tiempo que les dábamos de descanso a los progenitores para emplearlo en otros menesteres. Lo que hacíamos estaba lleno de compañerismo y de respeto tal como lo enseñaron los padres. Nada de irrespetar a los ancianos, mucho menos a las señoras embarazadas; cuidado de aporrear a los niños menores, no pelear por hechos baladíes; ellos decían siempre "que en la mesa y en el juego, se conoce al caballero"; esas palabras se quedaron incrustadas para siempre y hoy todavía amado nieto las recuerdo jugando contigo a las canicas.
Foto: AMV.
Te cuento que cuando estaba niño se entrenía uno con lo más insignificante pues usabamos la imaginación. Saliamos por las mangas vecinas buscando en los estacones de los alambrados huecos en que los abejorros tenían su hogar; los hacíamos salir, los cogíamos, amarrábamos una de sus patas con hilo para dejarlos volar; él revoleteaba por el contorno lleno de árboles frutales, jardines silvestres, por encima del ganado cuando le soltábamos cuerda. ¡Eramos incansables! ¿Te cuento aquí entre nos? ¡No pensábamos en el futuro! Y el futuro se hizo hoy, ya vez éstas gotas de sudor qué lo demuestran. Te insinúo (el consejo lo dan los sabios) que disfrutes tu hoy con dignidad y sin exigencias. ¡Que bien abuelo! Hoy no usamos la imaginación; la tecnología lo hace "todo"...pero el viejo no lo oyó, se había quedado dormido.