Vitral de casa antigua.
"Hay parejas que no tienen idea de lo significa tolerancia. Lo indicado sería que vivieran en casas vecinas y de vez encuando se visitaran" (?)
Cuando se hace un alto en la vida para recordar, van llegando al hoy, todas aquellas vivencias gratas e ingratas del ayer. Es cómo ver nuevamente la película que tanto nos gustó. Siempre será igual y observamos a los actores (aunque hayan muerto), con la misma frescura en que realizaron la escena donde fueron protagonistas.
Él, se ve recorriendo canchas de fútbol inadecuadas ya fuera por sus huecos o la cantidad de pedruscos o, sin las medidas adecuadas; siente el olor a sudor en la camiseta y el golpe del balón al entrar en la portería; escucha el grito de los niños, jóvenes y adultos con el paroxismo del gol. Se mira sentado ante un micrófono, con dos tornamesas en la que giran los discos que llevan alegría a los oyentes y...que su vos, lanza en las ondas hercianas cultura, deportes, entretenimiento y solaz para todos sus congéneres.
Teléfono antiguo de muro.
Se escucha, en los coros formados por Miguel Cuenca, en que a varias voces, se cantaban pasillos y bambucos del folklore colombiano, aquellos, en donde se ensalza a la mujer amada; los que con ternura y amor, recorren la topografía del país, mostrando la belleza de los pueblos viejos y sus costumbres o los que con letras de poetas terrígenos, muestran la grandeza de los arrieros; esos hombres, muchas veces ignorados por la generación actual, que formaron con sus mulas a golpe de peinilla y de hacha, lo que ahora llamamos nación ¡Oh, esos coros! Ensayos en la casa cural, cuando el cura de turno, era asequible a la cultura, porque cuando no, se iban a la plazuela de San Francisco ( hoy lastimosamente desaparecida), allí, en su pequeño atrio enladrillado, con la suave brisa descolgada del cerro de las Catas, las lindas mujeres y los hombres, cantaban con el corazón: Primer Sereno de Mayo; la melodía se la llevaba el viento por encima de los tejados carcomidos por el tiempo, por valcones floridos y por la paz conventual de la antañona Copacabana.