Foto de Internet
A un bobo grandote que todos llamábamos "Bastago" y, a quien los fogoneros -ayudantes de carros- no dejaban nunca en paz, lo sacaron de la vida "Sitieña", ellos mismos. Un domingo lo encaramaron sobre los lomos de un jumento, al que golpearon en las ancas, el animal encabritado, salió dando coces y saltos hasta que nuestro hombre dio contra el suelo, para levantarse a la Diestra de Dios Padre.
Copacabana 1970.
En la misma acera de la iglesia y después del hotel de "Pachita", en un pequeño cuarto, tenía don Belisario Toro su relojería y joyería, que atendía desde tempranas horas. Que ejemplar más hermoso era aquel distinguido señor; blanco, grueso. Con su vestido de pies a cabeza impecable, casi siempre de color negro. Sus gafas, las cargaderas, toda su vestimenta en completo orden. Jamás se le conoció otro vicio que el del trabajo y la honradez. Una de esas madrugadas y después de salir de misa de cinco que oficiaba el padre Duque, le salió al paso el negro "Pinocho" y golpeándole con algo contundente, lo tiró al suelo, dejándole inconsciente lo que aprovechó para robarle muchas alhajas que tenía en su negocio.
Foto de Internet.
Don Belisario Toro.
No se sabe sí la pena moral que aquello le causó, o sí, los golpes mellaron su salud, pero el caso fue, que don Belisario no salía ni a la puerta de su casa y poco a poco se fue alejando del mundo de los vivos, para sumir a su familia en profundo desconsuelo. Había llegado a Copacabana en esa mañana el primer acto delictuoso que ensombreció la tranquilidad del "Sitio de la Tasajera", que dejó a "Pinocho", cómo un hombre de alta peligrosidad.
No se sabe sí la pena moral que aquello le causó, o sí, los golpes mellaron su salud, pero el caso fue, que don Belisario no salía ni a la puerta de su casa y poco a poco se fue alejando del mundo de los vivos, para sumir a su familia en profundo desconsuelo. Había llegado a Copacabana en esa mañana el primer acto delictuoso que ensombreció la tranquilidad del "Sitio de la Tasajera", que dejó a "Pinocho", cómo un hombre de alta peligrosidad.