IDEAS DE NIÑO.

Foto: AMV.
"Cuando uno sueña en solitario, es sólo un sueño, cuando muchos sueñan juntos, es el comienzo de una nueva realidad". Hundertwasser.

Tenía esa hermosa edad de las fantasías. La casa no estaba completamente terminada. El padre no era hombre de poder económico, él hacía todo lo posible para de apoco, darle fin a la vivienda. En cada ladrillo se iban pedazos del corazón para darle el acabado y situar a la familia en un remanzo de paz. El niño, dejaba ir mientras tanto su imaginación con una vorágine de sentimientos. Puso la mirada en un pequeño espacio de tierra, allí construiría un lago para los peces; sí, en aquel rincón haría la jaula para la cría de conejos; en ese otro pedazo de tierra, haría las eras para sembrar hortalizas: cebollas, rábanos, coles, repollos y algunas flores; en aquel rincón junto a la tapia le pondría unas varas que sirvieran de gallinero y una más larga para

Foto: AMV. Mirto el perro de la niñez.
que las aves pudieran subir a pasar la noche; claro, debajo de la cocina le pondría unos trapos para el perro que don Pascual le había prometido. Así fue. Empezó con los conejos. Aquel amiguito de la escuela le comentó que él tenía en su casa del campo unos muy bonitos; se fueron juntos. Se trajo una parejita, los dejaba que brincaran por toda la propiedad mientras terminaba la conejera.Al llegar de la escuela por la tarde, tomaba la barra del papá, golpe aquí, otro más allá, hasta que llegó a hacer un pequeño hueco, lo llenó de agua, estaba hecho el lago para los peces. Se fue a la quebrada en compañía de un amigo, con un costal atraparon el pez que echó en una vasija, lo introdujo en el agua de lo que él llamaba su lago.

Foto: AMV.
El padre le siguió en aquellas ingeniosas travesuras infantiles. En el lugar que el hijo soñaba para hacer el sembrado puso sus manos de hombre de campo. Removió tierra, la abonó; echó semillas en unas partes, sembró estacas en otras, juntos regaban para que pronto germinaran las plantas y las flores mostraran su belleza. Un día de mercado se apareció el padre con una gallina al hogar; así el niño veía que sus sueños se hacían realidad. Todos los días al despuntar el alba llegaba hasta el nido cogía el huevo que depositaba después de cacarear, lo guardaba para cuando estuviera clueca y los empollara para tener muchas aves, que éstas fueran alegría y una fuente de economía. Don Pascual lo llamó para entregarle el cachorro, ¡Qué felicidad! Todas aquellas fantasías que llenaron por tiempos su cerebro se convirtieron en hechos tangibles. Se dijo para sí: Nada en la vida es imposible sí te dejas llevar por la imaginación no permitiendo que nada ni nadie las castre.