MÚSICA COLOMBIANA

ASÍ ESTAREMOS HOY.

miércoles, 4 de junio de 2014

AMOR ANTE TODO


Con Carlos Múnera
No hay nada más tedioso y frustrante que llevar a cabo una actividad para la cual no se está preparado y peor aún, no se ama. Muchas oportunidades, se llega a desempeñar labores, por el instante que se vive. No siempre es boyante. La vida es como el ascensor; a veces está arriba y en un segundo se desprende hasta el piso más bajo. Cuando la oportunidad es crítica, se busca con el desespero del náufrago, la tabla de salvación; es ahí, el momento, en que se cometen los errores que lamentamos adquiriendo estatus de frustrante. Se desea que el nuevo día no comience.
Una labor cualquiera que esta sea, se debe emprender con amor. Sí este hermoso sentimiento, se ante pone a cualquier otra sensación, los logros serán mayores y las horas pasarán igual que una exhalación de estrella fugaz. El cansancio es actitud mental ligada al desamor por lo que se realiza alejado del gusto del alma, de la aceptación de los deseos. Fracaso galopante que hiere y perturba la cavidad de los sentidos acercándolos al límite de la locura, con su terrible estela de desastres familiares, económicos y sociales. Se debe tener calma en la encrucijada para no tomar caminos equivocados, que la desesperación nos muestra como única salida, cuando en verdad, es el que conduce al abismo.
La felicidad se halla en las cosas simples del trasegar de la vida. El corazón se inunda de contento, con el abrazo de gratitud de alguien a quien te agachaste para dar; en el ir y volver del vuelo de multicolores mariposas que pronto serán remplazadas; se encuentra en las filarmónicas de bandadas de pájaros que cruzan el cielo azul; está ahí, en el reventar de los capullos de las flores de colores exóticos, en el rumor de agua cristalina que cruza por entre la hierba besando con sevicia las riveras; se puede ver al alba por encima de las montañas con los primeros rayos del sol; se siente en el llanto del niño que exhala el primer suspiro de vida y toma su mayor expresión en los brazos tiernos de una madre, que entrega todo su ser por el amor del hijo.


En el templo de San Ignacio.
Cada actitud emprendida, tiene que estar rebosante con el sentimiento intenso del ser humano que glorifica, cual es el amor. La acción más insignificante, toma el carácter de sublime ante la conciencia y se vuelve altruista ante los ojos de una sociedad enferma de valores, habida de encontrar émulos que tracen senderos amplios y acogedores. El amor, tiende el tapete para que los pies no tropiecen con los pedruscos del odio y la fraternidad encuentre albergue en lo más recóndito del alma. 
         


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