MÚSICA COLOMBIANA

ASÍ ESTAREMOS HOY.

miércoles, 15 de octubre de 2014

TERTULIAS


Amor al apellido

Después de las 6 de la tarde, en cualquiera de las bancas del parque de la senil Copacabana, eran el sitio de encuentro del grupo de amigos, para departir las comidillas del día, de las cosas más triviales. Se llenaba el ocaso de cuentos, chascarrillos, anécdotas, comentarios de partidos de fútbol y chanzas pesadas contra alguno de los concurrentes, que muchas ocasiones, perturbaba el ambiente, pero, por fortuna, duraba poco y el coloquio regresaba a la normalidad. Aquellas enrevistas se volvieron indispensables, para de alguna manera contrarrestar la pasividad del poblado, que siempre permanecía adormilado encasquetado sobre las costumbres.
Ya la época, había hecho más de la mitad del recorrido. En 1958 en Estados Unidos, se creó la NASA, con el fin de pensar en la conveniencia de encontrar dentro del espacio, un lugar habitable. Fue entonces, cuando después de varios viajes no tripulados, el cohete Apolo Xl, conducido por Neil Armstrong, dejó posar sus botas, sobre lo que antes era inspiración de los poetas. La luna fue violentada en toda su belleza, por el hombre. Aquel inverosímil espectáculo de la ciencia, llegaba como anillo al dedo, para los contertulios pueblerinos, que incrédulos disertaban aceptando o refutando la veracidad del hecho. Ya no se comentaba la trivialidad del movimiento del entorno. No. Era la galaxia, la estratósfera. El infinito. Las conjeturas saltaban por encanto del grupo heterogéneo; unos se dejaban arrastrar igual que hojas en la borrasca, por apasionamientos sin sentido, otros, recitaban lo ya expresado en cuartillas de periódicos y algunos más, dejaban volar la imaginación, que lo hacía ver un futuro confuso.

Casa de mi padre en Copacabana 1952

Una tarde llena de arreboles, que enrojecían las tapias de cementerio y los rostros del grupo, el soñador de aventuras espaciales, fue creando una imagen de lo que llegaría a ser en el futuro del sueño de las potencias. Decía: “sé llenará el espacio de naves espaciales, que tendrán puntos de acondicionamiento para ir avanzando hasta encontrar el lugar en que el hombre pueda vivir con agua y oxígeno. No importa, la ciencia. Es el poder. La nación que logre la hazaña, irá creando su imperio fuera de la tierra y ya constituido, hará la guerra con el poder avasallador de un amo cruento.” Todos quedaron callados. Hoy todavía, los cohetes surcan el espacio llevando escondido el verdadero propósito.
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario