MÚSICA COLOMBIANA

ASÍ ESTAREMOS HOY.

miércoles, 2 de mayo de 2012

SIEMPRE OCUPADAS.

"El mejor matrimonio sería aquel que reuniese a una mujer ciega con un marido sordo" (Moliere).


Mientras los varones estaban ocupados trabajando en IMUSA, INDUSO u otras pequeñas empresas de la población o algunos más, en la ciudad de Medellín; las mujeres, fuera de los oficios domésticos que realizaban con devoción, se hicieron unas grandes costureras. Adquirieron por cuotas, máquinas de coser de diferentes marcas, con el objeto de colaborarle a los esposos en la economía hogareña.

Factorías textileras de la ciudad capital, vieron que allí, en aquel rincón del Valle de Aburrá, podía estar, la forma de elaboración de sus productos. Enseñaron corte y confección de ropa para trabajos duros. En poco tiempo las casas se llenaron de cortes de dril, botones, agujas e hilos. Desde lejos se escuchaba el sonar constante de una aguja impulsada por un motor, bajo la orden del pie de una de tantas mujeres que se dedicaron al oficio. En las casas todos colaboraban para poder terminar los pedidos. Hasta los más pequeños aprendieron hacer ojales y pegar botones. El padre, aunque llegaba cansado del trabajo, después de tomarse una tasa de aguadulce, ayudaba en los menesteres; acomodaba las camisas por tallas, que ya habían sido planchadas; las amarraba por docenas e iba acomodándolas en un rincón. Era un movimiento constante hasta largas horas de la noche.
¿Pero, qué era aquello, los fines de semana? Una barahúnda de padre y señor mío. Había llegado la hora de hacer la entrega. Unos corrían a ponerle cuidado al fogón donde se preparaba la comida del día, otros contaban y recontaban si en los montones, se encontraban las doce camisas, que no les fuera a faltar ojales y botones, sí sé les había pegado el bolsillo. Gracias a Dios, todo estaba bien. Al escuchar el pito del carro de 'picodioro', salían con el bulto de mercancía y ya arrumado en el vehículo, se partía para entregar y cobrar los pesos que se ganaron con el sudor honesto de toda una familia, que unida por el amor, permanecía firme.

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