Viviendas actuales.
"Desdichado el hombre en quien nada perdura del niño (Arturo Graf)
"No es nada lo del ojo mijo y con él en la mano". Decían los viejos cuando las cosas se agravaban. Se puede usar ahora, al ver las construcciones para vivienda. La cama para matrimonio, aquella, en que cabían los padres y alguno de los hijos que no podía dormir por el miedo o, que se prestaba como 'cancha' para tirarse las almohadas. Esa, no entra. Se cambió por camarotes, con el peligro de una caída y un mucho de promiscuidad...El sol, pobrecito, que le gusta entrar a todo lugar, no lo puede hacer, hasta que no salga el último habitante; la luna, sí es más recatada, entra con su palidez por algún agujerito y con eso le basta. El beso y caricias de los papás son de forma furtiva en el hueco del baño, disimulando una afeitada (polvo e' gallo). Todo es tan pequeño y rápido, como la construcción del edificio.
Vivienda antigua.
Las 'colmenas' siguen para arriba. Los arquitectos e ingenieros felices haciendo habitáculos despiadados y destruyendo viejos caserones, en que retozaron los ancestros, colmados de azucenas, conservadoras, gladíolos, jazmín, bifloras, anturios y las hermosas orquídeas, sembradas en tejas o en tarros de galletas y hasta en bacinillas toteadas por el uso, en que ningún fundillo volverá a acomodarse. Las serenatas de balcón o ventana 'arrodillada', con música terrígena, desaparecieron por la incomodidad. Ya no existe, la orinada en la llanta delantera del carro y los poetas no encuentran inspiración. Los edificios, ocultaron el verdor de las montañas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario