Pacho mi penultimo compañero
Fue algo cómo un signo
con el que llegué al mundo el amar la naturaleza. Me encantaba el verdor de las
cosas que rodeaban la vida, el olor a tierra, era un bálsamo a los sentidos; el
correr del agua incitaba a empaparme en un echo de purificación. Absorbía mi
mente la altura de las cordilleras con su majestuosidad, que hacía ver la
pequeñez del hombre y gozaba viendo las casas de los campesinos con sus
humeantes chimeneas, aferradas a las laderas, en su afán de no rodar al abismo.
Se soñaba haciendo parte de la siembra y recolección del producto de los
arados, compartir con ellos, las tardes frescas entonando bambucos mirando
hacia la lontananza la separación del día, cuando la noche lo cubre con su
manto, mientras van pasando la pepas del rosario. Se sentía atraído, por todo
aquello que hacía parte de la estampa campesina con sus árboles atiborrados de
frutos, descanso de aves que engalanaban de trinos sus ramas; se sentía
enamorado de la belleza de las flores silvestres que recogidas paraban en las
trenzas de la belleza ingenua de mujeres enamoradas del viento. Se extasiaba
viendo el corretear de los caballos y la alegría de los conejos. Aquello, le
expandía el alma.
Pero la máxima
atracción a los sentidos, estaba en la gratitud de la amistad de los perros.
Acaso tendría 3 años de edad, cuando le ‘robó’ a un vecino la mascota, lloraba
para que no sé la quitaran.
Mis últimos grandes amigos
El padre conmovido por
la angustia del hijo, se dio a la tarea de comprarle un cachorro. Cualquier día
en el bolsillo del saco, llegó su primer canino; después de él, siguieron
muchos convertidos en sus compañeros inseparables; sentía en cada una de las
actitudes, el desbordamiento de un amor sin ventajas; ellos le pertenecían y él
para ellos, en el oasis refrescante al que acudían para hallar recompensa. Uno
tras otro fueron pasando, sin que ninguno fuera olvidado. En la memoria han
quedado como el daguerrotipo de la gratitud, que el hombre, en su afán de poder
a desconocido, para morir sin dar ni recibir amor.
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