UN REPASO AL PASADO
Recordando marcas de productos que se
consumía hace mucho tiempo se encuentra una que yo tengo presente por su
efectividad. Se trata de Píldoras del Dr, Ross. Eran unas pídoritas pequeñitas
de un color fresa, que más se demoraba la persona en tomarla, cuando comenzaba
su efecto. O sea, que uno debía estar muy cerca del inodoro para no ir a tener
una mala pasada. Alguna vez se comentaba de alguien que se distinguía por ser
persona pegajosa en lo tocante al licor, pues bien, se hablaba que en el vaso
de cerveza le echaron unas pildoritas de éstas y los resultados fueron
hediondos y nuestro hombre quedó hecho una porquería. Trementina otro producto
que se publicaba en la radio; Pectoral de Sábila, OK Gómez Plata, para los
dolores de cabeza y cuyos carros repartidores, también presentaban cine en el
marco de la plaza; leche de Magnesia Fhilisp que era un laxante; cuando una
persona estaba enferma de gripe se
utilizaban gotas Penetro, pero los más sofisticados usaban inhaladores que
introducían por las ventanas de la nariz; tenía olor agradable que lo hacía muy
perseguido, en la publicidad tenía como slogan: "Donde penetra penetro, no
penetra el catarro".
Cuando hablamos del almacén "El
Sitio", no se puede omitir, que fue también el primer letrero publicitario
luminoso que tuvo Copacabana y que de ese acontecimiento nace una anécdota con
Eduardo Fonnegra. El pueblo como ya se ha dicho en otras oportunidades, era
demasiado tranquilo, pues bien, una tarde estando varios amigos sin tener nada
que hacer, Eduardo alcanzó a ver el aviso prendido y de inmediato exclamó:
"miren ya tenemos motivo para tomarnos unos tragos, hay que inaugurar éste
adelanto de la población". Y dicho y hecho, todos llegamos al hogar con
una copa de más.
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