MÚSICA COLOMBIANA

ASÍ ESTAREMOS HOY.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

SORPRESA DEL PÁJARO CARPINTERO


UNA ESQUINA DE COPACABANA

la Las cuerdas de los teléfonos y energía se extendían por topografía abrupta de estas breñas del Señor, que la hizo así, quizás para que en vida, fuéramos purgando las penas, de aquellos pecadillos veniales, semi-veniales y ni tan veniales.
Decíamos pues, que las cuerdas cruzaban el territorio, siguiendo el zigzaguear del Ferrocarril de Antioquia (otro que se fue), sostenidas por troncos de árboles tan rectos, como la conducta de abuelo bíblico, ataviado de carriel, ruana o mulera, sombrero aguadeño y machete al cinto para rozar, no para decapitar. Cuando se recorría el paisaje, el aire, traía el sonido de pequeños golpes que eran familiares, como el rezo del Ángelus. La mirada se posaba en el trabajo arduo del ave que con amor y dedicación, taladraba con el pico fuerte, el hueco que sería al final, la habitación segura de la familia. Allí, llevaría paja para dar calor a sus próximos pichones. Diario venía sin mostrar fatiga, a golpear la madera hasta llegar a ver la obra concluida; en el piso, había quedado el aserrín, muestra de su inquebrantable tenacidad.
El hombre, como siempre, carcomido de egoísmo, olvidó al pájaro carpintero y la necesidad de éste, de construir su casa con panorámica visión. Cambió el sostén de madera de las cuerdas, por bloques de cemento, en los que los picos se hieren sin alcanzar a delinear la entrada, ni avanzar un centímetro. Vuela y vuela y cada intento es fallido. El hombre abajo pasa sin levantar la mirada, menos, escuchar el vano golpe del pico sangrante.



No hay comentarios:

Publicar un comentario