MÚSICA COLOMBIANA

ASÍ ESTAREMOS HOY.

miércoles, 1 de agosto de 2018

EL "VIAJE" DE UN CHOCUANO AL CIELO


COMIENZO DEL DÍA



En la habitación 425 de la clínica compartida por dos personas; una, la nuera y junto a la ventana, una mujer de raza negra entrada en años, a su lado el esposo. El corazón se le estaba deteriorando; ¿Sería de tanto amar a su Chocó o quizás la devoción a su negro del alma?
Crescencio, haciendo honor a su raza, es parlanchín. Sin pensarlo, empezó a narrar su ‘viaje al cielo’: “había mucha gente haciendo fila por un camino cómo de un metro de ancho, lleno de flores a ambos lados; yo no conocía cinco rosas de diferentes colores, adheridas a un solo tallo;   llegamos a un gran salón hermosamente iluminado, con una claridad que segaba. Se escuchaba una música que regocijaba el corazón; el piso, era igual que el cristal, al caminar daba reflejos. Los que ya estaban allí, se encontraban en fila perfecta, los brazos extendidos a las alturas; todos postrados de rodillas. El salón era muy grande y cabía muchas personas. Nadie hablaba. Todas miraban al frente. Al fondo existía una inmensa pared iluminada con mayor fortaleza en la que unos bellos angelitos daban vueltas alrededor de un anciano vestido todo de blanco, de un blanco resplandeciente en el que se descargaba una abundante barba. Él, estaba sentado en un inmenso trono hecho de nubes, tan blancas cómo sus vestiduras”. Era amena su conversación y la narrativa llevada con ahínco. Posaba la mirada con cierto hálito de malicia, que enmarcaba en una tenue sonrisa.

Estábamos lelos, esperando que continuara la historia que brotaba de la imaginación de un ser sencillo y humilde, lleno de devoción;  él, seguramente, estaba en ese momento adentrándose en oración, por los lugares desconocidos, en busca de la cura para con quien compartía su vida. Por desgracia, no pudimos conocer el final. Llegó la enfermera al 425 y nos hizo retirar…

 Alberto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario