MÚSICA COLOMBIANA

ASÍ ESTAREMOS HOY.

miércoles, 25 de mayo de 2016

EL CAFÉ PILSEN


El trompo


El hermano mayor le había entronizado desde muy pequeño, el gusto por la música cubana, de la que sobresalía la Sonora Matancera dirigida por Rogelio Martínez y su pléyade de cantantes. Hasta ahí todo era normal; el problema comienza en que, el entorno, era hostil a todo lo que no fuera melodías antiguas, rancheras, tangos, lo mismo que aires campesinos. La gente del condado se enteró de la adicción a la marihuana del “jefe” Daniel Santos y se imaginaban que todos eran lo mismo y que el que siguiera o gustara de aquella música, era un degenerado y pervertido, de inmediato se le colocaba el Inri. Él, como joven rebelde, empezó con su grupo de amigos, a ir cambiando las costumbres de un pueblo anquilosado, llegaron los zapatos apaches de 2 colores, camisas estampadas, pantalones anchos y el disfrute de las guarachas.

En Copacabana, se les veía como una plaga que podría pervertir a sus hijos. El hijo de don Francisco, todo un patriarca, era el marihuanero más grande que cruzaba las calles, las madres escondían a sus hijas, para evitar contacto con el degenerado; cuando en el equipo hacía gambetas y jugadas salidas de lo normal, se escuchaban voces: “Son los resultados de la traba.” Duro era la situación, pero aprendió de los padres el poder de la personalidad y que cuando la conciencia no tiene de que acusar, se debe dejar correr el mundo, sin el temor del que dirán. Hoy se recuerda ese capítulo de la vida y una sonrisa se escapa.    

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